LA BOMBA DEL ZAR Y UNA PROFECÍA MAYA

 El fin de esta pandemia se acerca, o eso prometen algunos, quienes dicen tener ya lista la Sputnik V, vacuna que hace honor a la sonda espacial lanzada en la anterior Guerra Fría, coincidencias insignes. Y hablando de artefactos espaciales, pasó como pelota de béisbol a 3 km sobre el Océano Índico un asteroide del tamaño de un auto. El peligro era inexistente según los expertos, lo llamativo fue haber descubierto a este viajero estelar horas después de su vuelo. Cuántas cosas más pasan sobre nuestras testas sin que siquiera sepamos de su existencia.

El futuro nos alcanza y parece tener prisa, multitud de ejércitos juegan a la guerra poniendo por apuesta al planeta; las torres y caballos comienzan a moverse por las casillas, acercándose a las piezas enemigas. Robocop estaría celoso de lo que los rusos presumen hoy día: un novedoso traje militar que les permite a sus soldados realizar saltos bastante prolongados, llevar cargas de más de 40 kilogramos y marchar durante kilómetros sin tener mucho desgaste, se vislumbra que en el futuro cercano el soldado del futuro podrá maniobrar una metralleta con una sola mano. Películas como Terminator nos hayan parecido buenas para palomear un día, acaso en el devenir puede convertirse en un documental de guerra.

En el golfo mexicano Tláloc se hace presente de nuevo con 6 de sus vasallos, 6 serpientes enlazadas en agua y viento fueron vistas danzando a una velocidad de 500 km/h. Suerte que no tocaron tierra o quién sabe qué destrozos harían.

Mientras tanto en el mar Egeo, dónde según los mitos semíticos Moisés abriera las aguas para que pasara el primer gran éxodo hebreo, turcos y griegos están a nada de comerse algunas piezas. La disputa esta vez no es por la tierra, por ese edén que también está en la pelea, esta vez es por las aguas “sagradas”, aguas bendecidas con petróleo y sustancias negras e intentos de acrecentar cada cual sus fronteras.

Juegos de guerra, guerra, guerra, esa palabra que nunca caduca en el diccionario de la humanidad, que siempre adquiere nuevos sentidos. Los griegos en sus ejercicios invocan a la diosa helénica Eunomia, diosa de la ley y el orden, con apoyo de Chipre, Italia y Francia; los turcos por su parte invocan al Gran Sultananto Salyúcida, el cual en la alta edad media logró unificar al mundo del islam y más tarde cedería su lugar al legendario Imperio Otomano.

 Foto tomada de: https://www.elmundo.es/cronica/2017/09/11/59b524d222601d29348b460f.html

Finalmente, en la Rusia Albina, en Belarús, las manifestaciones y protestas no paran. Una elección fraudulenta claman, su presidente ha estado en el poder desde 1994 y algunos ya se han cansado, entre ellos la Unión Europea, que aunque Belarús no forma parte de ella, le preocupa, pues es bien sabido que la influencia del Zar en esas tierras es innegable. Así, este declaró que en caso de que las cosas se salgan de control (control que en todo el mundo parece pender de una débil soga) estaría dispuesto a respaldar a su aliado en caso de ser necesario. Y a propósito, a modo de persuasión, Rusia ha liberado un documental viejo de aquellos tiempos de la Guerra Fría, el protagonista es un torpedo sobrecargado de esteroides llamado “La bomba del Zar”, aclamada por ser el arma más potente creada y probada hace casi 60 años. 50 megatones de poder impactaron en el Ártico, la bomba atómica de Hiroshima era una menor con tan solo 16, o séase, 3625 veces menos poderosa. Si hace 6 décadas fueron capaces de crear semejantes monstruos de destrucción, qué nos puede esperar hoy.

No todas sin embargo han sido malas nuevas, pero sí tristes. Aniceto May Tun, anciano desconocido, escribano y único facultado para interpretar el A’ almaj T’aan, la biblia de los mayas, ha muerto a los 112 años de edad en la península de Yucatán. Don Aniceto era descendiente de combatientes de la Guerra de Castas en tiempos de Don Porfirio, cuando la ambición por el henequén y la explotación de los mayas hizo cismar a la región y hasta separarse de México durante algunos años. “El mundo se quemará, así está escrito en el A’ almaj T’aan, caerán las estrellas y otros fenómenos como ese ocurrirán”; “Está escrito que será así, ahora hay dolores de estómago de muchos países […] se pelean entre hermanos y dicen saber mucho, cuando llegue la hora nosotros nos separaremos o alejaremos de los ts’uulo’ob (blancos o extranjeros) y los mayas vivirán en medio del caos”. Esas fueron algunas de las palabras de este profeta, que tras su muerte pasó la tares de preservar sus sagradas escrituras a la generación actual, y, nos ha dejado una profecía más en qué pensar. 

 

Imagen tomada de:  https://mas-mexico.com.mx/popol-vuh-y-a-almaj-taan-libros-sagrados-de-los-mayas/