Crónica de la Pandemia: Presagios en el cielo


En otros tiempos se les tomó como nubes de pecado, presagios de grandes cambios, mensajeros de lo funesto. Esta vez, un viajero celestial llamado Neowise aparece por nuestro vecindario estelar. Discreto, sorpresivo, los astrónomos no supieron de su existencia hasta marzo, llega de modo inesperado. Otros de sus hermanos, los cometas Atlas y Swan prometían cruzar nuestro firmamento también en este año, pero fueron pulverizados por nuestro guardián solar. Su cuerpo y cabellera de hielo aparecerán cerca del horizonte acompañado de Venus. Surgirá de entre los rumbos de la tierra oscura y del eterno descanso (Norte) y por el rumbo donde acontece el amanecer (Este) a mediados de mes. Hasta entonces, cuando conoceremos el mensaje que trae consigo.

Y hablando del cielo, en los  dominios de los otros grandes astrónomos de la antigüedad, se descubre por fin dónde se localiza el Xibalbá, el inframundo maya. Sus sagradas entradas acuáticas, los cenotes, han develado el camino a seguir para llegar al reino de los muertos. Cuevas subterráneas conectadas con una extensión de dos veces el tamaño del reino de España. Cuevas tan profundas, antiguas e inundadas que es sorprendente que hayan albergado actividad humana: Ocre, el oro de la prehistoria, pigmento ancestro usado para decorar cavernas, símbolo del arte más primordial; fogatas, pozos y hogueras. Todo esto ligado al mito del Diluvio Universal. Sí, el arca de Noé, abuelo de pueblos del medio oriente, abuelo de las grandes religiones del edén. De este lado del mundo, pareciese que las lluvias también hicieron estragos, enterraron estas minas, cuevas y quizás, hasta ciudades enteras.No por nada en la América vieja se venera de manera principal a Chaac, Tláloc, Cocijo, Tajín, diferentes caras de la misma deidad, del licor de la Tierra.

Más a lo lejos, donde chocan Europa y Asia la tensión sube. La Santa Sofía, quien fuera el mayor templo de la cristiandad por más de 1000 años y que caería junto al imperio Bizantino a manos del imperio otomano, convertida en mezquita por otros 500 años, llegaría a ser en el s. XX  el museo símbolo del concilio de dos de las religiones más grandes: el mundo cristiano y el islámico. Sus mosaicos de oro y columnas de arquitectura griega, egipcia y romana pasarán a ser sitio de culto una vez más del dogma de Alá, si el estado turco así lo aprueba. El edificio cerrado más grande durante siglos del mundo moderno una vez más en su historia pasa a representar lo que desde los tiempos de las cruzadas ha sido: trofeo de conquista.



Por si esto poco fuera, cerca de la zona donde surgió el nuevo virus, una conocida bacteria hace su reaparición. Responsable de la muerte de un tercio de la población europea en el ocaso de la Edad Media, surgen en la Mongolia Interior casos de la temida Peste Negra. El pangolín y los murciélagos han sido culpados del primero; las marmotas del segundo, animales ambos, pero, no es el animal más racional el responsable de haberlos comido?

Muchos hablaron hace ocho años del año del fin del mundo según "las profecías mayas". Estaban equivocados, no era el fin, solo el inicio. Un encuentro más, una vuelta más a la rueda del tiempo es lo que estamos viviendo.



Harakiri

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